Druida

La pared del Druida se encuentra entre el Espolón del Puente Sur y el sector de Calorros. Situada justo encima de la carretera, la roca es de buena calidad, por lo que es difícil que se caiga algo encima de los coches. Es aquí donde se encuentran las vías Summertime y La Selva, de corte casi deportivo, bien equipadas con parabolts aunque a veces distancien un poco y debamos reforzar algún tramo con fisureros. El acceso se hace desde el Puente Sur, del aparcamiento del bar, caminando un par de minutos para llegar bajo las vías. Para llegar al pie de vía de La Selva debemos remontar justo bajo el sector de Levitación Trascendental, y tomar a su izquierda una breve canal herbosa, donde arranca la vía. Para Summertime, seguimos unos pocos metros más bajo la carretera y enseguida vemos los parabolts de su parte baja. Material necesario para la vía es una docena de cintas, cuerda doble para rapelar y sus correspondientes descensores, cintas y mosquetones para las reuniones y unos pocos fisureros para los tramos limpios. Por supuesto, sigue siendo imprescindible subirse el casco.

Summertime arranca pocos metros por encima de la carretera, con una difícil placa donde combinar pasos de adherencia y fisura, equipada con tres parabolts (6a, se resuelve un poco a la derecha de la línea de chapas, donde una fisura nos permite reforzar y colocarnos para salir). Por encima, nos encontramos una amenazadora placa de adherencia que no resultará muy complicada (pasos de V, dos chapas). En su parte superior, se endereza algo (V+, chapa) y nos deja en la cómoda terraza de la primera reunión (parabolts con anilla, 50 metros). El segundo largo sale en diagonal a la derecha, buscando un par de chapas que atraviesan un poco marcado espolón. Hacemos travesía (IV+) hasta una tercera chapa y subimos de frente un diedro canal limpio (IV+ y V, podemos meter algún fisurero). Arriba a la derecha, veremos un pequeño techo y un posterior canalizo equipado con chapas hacia el que debemos dirigirnos. Salimos de la canal en adherencia para llegar a la primera chapa del techo y superamos éste, más difícil de lo que parece ya que hay buen canto escondido y es posible colocar los pies (V+) Para encarar el canalizo, debemos salir del techo con algunos pasos de 6a, y seguir encadenando chapas (6a y V+) hasta terminar éste y llegar a la segunda reunión (el tramo más contínuo y fatigoso de la vía, tomarlo con paciencia) La R2 está también preparada para rapelar, con parabolts y anillas. Es aquí donde empezamos a bajar, rapelando hasta la R1 y de ahí al suelo (rápeles de 50 metros)

La Selva sale de la canal aprovechando un sistema de lajas y fisuras. No va por el fondo de la fisura, que pertenece a otra vía, sino por su izquierda. Los primeros metros están poco equipados (un parabolt y un clavo nada más) y nos toca asegurar con algún fisurero que otro (fácil, IV) Arriba, la vía se encamina a una difícil placa de adherencia, eso sí, generosamente equipada con chapas (6a). Los últimos metros del largo van por un canalizo negro (chapa, V+ y V) para terminar en una pequeña terraza, metida ya en la fisura, con reunión equipada (45 metros). El segundo largo arranca por esa fisura; sus primeros metros son fáciles (IV) pero limpios, son necesarios algunos fisureros. Quince metros en esta tónica nos dejan en el final de la fisura y el tramo de mayor dificultad. Tres chapas casi seguidas nos quitan la exposición de unos pasos en travesía, el último espectacular (6a, travesía pura hacia la izquierda con pasos de pie en adherencia y pequeña presa de mano izquierda donde además nos tocó hacer cambio de manos, antes de buscar un buen buzón). Superado este tramo, toca remontar unos pocos metros (V-) para llegar a la R2, que comparte con la vía anterior (25 metros) Si tenemos cuerda de 60 metros, podemos bajar directamente de un sólo rápel, hasta cerca del arranque de vía y destrepando los metros iniciales. Si no queremos destrepar o llevamos cuerdas más cortas, nos tocaría entonces rapelar las dos reuniones (rápel bastante diagonal hasta la R1, atención)

En resumen, un buen par de vías que se pueden encadenar en la misma jornada, al lado de la carretera y de estilo casi deportivo, aunque siguen teniendo el sabor de la escalada de aventura en un escenario tan sugerente como son las Hoces de Vegacervera. Que las disfrutéis con cuidado y buena suerte. Un saludo del Maquis.