Picu Torres

Entre todas las vías que pueden encontrarse en la pared oeste del Torres, muchas de ellas abiertas gracias a Ramón Canales y compañía, ésta es posiblemente la más asequible de grado, pero es necesario tener en cuenta también que existen pocos seguros (un par de clavos en el paso clave de IV+ en el último largo y otro par de clavos poco fiables a mitad de vía). Para compensar, en esta pared de cuarcita (rara avis en la Cordillera), puede trabajarse bien con fisureros, sin necesidad de clavar nada. La calidad de la roca es buena en los tramos de pared y algo peor en el hombro del L3 y los tramos de cresta del L4 y L5. Material recomendado es un buen juego de empotradores y friends medianos (recordad, tanto para los largos como para las reuniones), así como casco (éste siempre) y cuerdas de 60 metros. Como dato importante, aclarar que la vía tiene en realidad seis largos. Nosotros empalmamos el L3 y L4 en uno (nuestro L3), debido a que llevamos cuerdas de 60 metros, y para ese empalme apuramos hasta el límite la longitud de las mismas. Para cuerdas de menos longitud, se deberá hacer un relevo intermedio en este largo. En el bar de La raya disponen de croquis de todas las vías del Torres, incluyendo ésta, y podréis aclarar dudas sobre la marcha consultándolos.

El acceso a la vía  se hace desde el aparcamiento de La Raya, en el puerto san Isidro. En dirección León, a unos 150 metros, se coge en una vaguada un camino que al principio coge rumbo Este y después va torciendo hacia el Norte hasta llegar a la base del Torres, en hora y media más o menos. Desde la base, la pared y el espolón a subir son evidentes, y el arranque de vía tiene el nombre pintado en la pared.

El L1 arranca desde la señal pintada a pie de vía, cerca del filo del espolón. Tras pasar una ancha fisura, se llega a una pequeña terraza bajo un techo, donde puede hacerse la primera reunión (algún clavo viejo en la pared nos puede servir como guía). Para el L2, se supera este techo por la izquierda y se sigue por un tramo bastante tumbado por el filo de la arista, haciendo la reunión donde vuelve a empinarse. Para el L3 se sale de frente y se llega a un hombro de roca mala, remontándolo hasta que termina y se supera una fisura de IV. La reunión puede hacerse en una amplia terraza al finalizar la fisura, ¡OJO! con la longitud de la cuerda aquí. El siguiente largo sigue la cresta hasta la base del torreón final, donde arranca el último largo y el paso más complicado de la vía, un corto muro de IV+ algo desplomado, que se ataca por la derecha (no de frente) con buena roca y presas, y un par de clavos. Tras este paso, sólo resta flanquear por la izquierda un muro y volver a la arista, en un final de vía relajado. Del fin de vía a la cima queda un tramo (terminaremos la vía en una antecima) de ascenso de unos 10-15 minutos.

Para el descenso, lo mejor es bajar andando (subir las botas) por la canal Sur, una ancha canal que baja casi desde la cima y nos devuelve al pie de vía y al camino de aproximación en menos de media hora. Sólo queda ya volver a La Raya.

Buena suerte en la escalada...