Torre Blanca

Ésta es otra de las crestas clásicas de los Picos de Europa. De dificultad contenida, su primer recorrido se debe a agustín Faus y Jordi Papió, en el año 1950. La travesía completa continúa hasta el Llambrión, aunque en el croquis sólo describimos el recorrido hasta el Tiro Tirso. La roca, en numerosos tramos, es de dudosa calidad, lo que da algo más de riesgo a la travesía. Ésta, no obstante, es lo bastante corta y poco mantenida como para no suponer un reto de excesiva envergadura. Material recomendado para la actividad es una cuerda de 60 metros, tres o cuatro fisureros e igual número de cintas, algunos cordinos y tal vez un par de clavos por si fuera necesario reponer. Descensores para los rápeles y casco no pueden faltar en la mochila.

El mejor acceso se hace desde El Cable y Cabaña Verónica, siguiendo la caótica senda hasta la Collada Blanca. Aquí, tomamos un sendero jitado que parte a la izquierda de la arista Norte de la Torre Blanca, al principio por la izquierda de la misma y rápidamente encaramándonos a ella; de esta forma, sin dificultad alguna, llegamos a la cima de la Torre Blanca después de algo más de una hora desde cabaña Verónica. Ojo con niebla, ya que es muy fácil despistarse tanto a la ida como a la vuelta...

Desde la Torre Blanca, el recorrido es obvio, siempre por la cresta rumbo Sur. Caminamos por la misma en descenso y sorteamos un corto paso estrecho por el filo (II-, un metro) para remontar hasta una cima secundaria. Al final de ésta, encontramos un rápel que nos deposita en una ínfima horcada en la cresta, donde apenas entran dos o tres personas (15 metros, equipado con cordinos en un bloque) Desde esta horcada, aseguramos el ascenso directo por un murete de roca irregular y, unos metros por encima, doblamos por la derecha una llambria para encontrar un punto de reunión ya en la salida a la arista cimera (unos 20 metros, pasos de III y III+) Ahora, caminamos sin problema alguno para coronar la Torre sin Nombre y, siguiendo por la cresta, encontrar un nuevo rápel. Éste es más largo que el anterior, de casi 30 metros, y nos depositará en una cómoda horcada. Ahora, ladeamos unos 2-3 metros hacia la derecha y buscamos una breve canal de roca descompuesta que nos lleva, en ascenso diagonal a la derecha, a la salida de esta horcada y a una terraza superior (unos 15-20 metros de recorrido, pasos de III y roca muy mala, sed cuidadosos en este punto)

Ya estamos bajo el Tiro Tirso. Ante nosotros tenemos un muro liso que debemos superar, equipado con un clavo con cordinos. Debemos auparnos hasta el clavo, y hacer travesía en adherencia a la derecha hacia un bloque despegado (paso breve de IV, los gatos para el primero de cuerda pueden ser útiles en este punto) Desde el bloque, subimos de frente por terreno ya más fácil y montamos reunión en la parte alta aprovechando algún bloque. Ahora, ya sólo nos queda seguir caminando hasta la cima.

Para bajar, seguimos la cresta, al principio por el lado izquierdo (vertiente de Liordes) para volver al poco al filo. Encontramos un primer anclaje de rápel (cordinos), y destrepamos con cuidado por terreno de roca mediocre (II+) hasta un bloque que debemos superar (mejor por el lado derecho). Seguimos ahora el destrepe por el filo, sin pérdida alguna. Éste es aéreo, pero la roca va mejorando y nos deposita después de numerosos pasos de II y II+ hasta la horcada al pie del Llambrión, después de unos 100 metros de recorrido. A mitad de camino encontraremos una nueva instalación de rápel.

Si se desea seguir hasta el Llambrión, la opción original (con algún pasete de IV+) está muy bien descrita por David Atela en su libro "50 montañas de los Picos de Europa" (Ediciones desnivel) Nosotros, seguimos por debajo del muro del Llambrión, por nevero y pedreras, para coger la chimenea de ascenso que es la vía normal de esta vertiente. Ésta parte unos metros a la derecha de la vertical de la cima, superando terrazas pedregosas, y al llegar a un pequeño rellano, tuerce a la izquierda para salir, con pasos de II y alguno de III-, justo a la derecha del vértice cimero. Hay numerosas canales en esta pared, por lo que es necesario algo de intuición para dar con la chimenea correcta. El descenso del Llambrión puede hacerse por esta misma vía o siguiendo la cresta hasta el Tiro Callejo (pasos aislados de II y III) Para volver a cabala Verónica, seguimos la senda jitada por el caótico terreno del Jou Trasllambrión para volver a la Collada Bonita. Repetimos, mucho ojo con la niebla en el tramo de descenso y hasta llegar a Cabaña Verónica, no sea que nos llevemos un disgusto a la hora de volver a casa.

En resumen, una bonita travesía para aficionados a las crestas de Picos. Mucho más corta que su vecina del Madejuno-Tiro Llago, es menos mantenida que ésta, aunque los pasos sean de mayor dificultad técnica y la roca exija mucha atención. Afrontarla el respeto y la experiencia debida, y gozareis de una buena jornada montañera. Atención al agua, ya que no vais a encontrar fuente alguna en todo el recorrido, y si sale el sol podeis desfondaros rápidamente porque no os va a dar respiro alguno.

Suerte y un saludo del Maquis.