neveron

En esta época de montañas saturadas, aún quedan rincones donde sentirse solos y tranquilos en los Picos de Europa. Y ello en un sector, el de Los Albos, que domina las vistas desde el Norte y es tarjeta de visita según entramos a Urriellu desde Pandébano. La cercanía de otras cumbres más emblemáticas eclipsa este pequeño rincón, a pesar que en sus flancos hay numerosas vías de escalada de Los Cholos, principalmente. Y junto a ellas una vía que respira estilo clásico obra del inimitable Pedro Udaondo, junto a Pablo Hernández, Koldo Orbegozo y Chema Escala, de escasa dificultad, gran ambiente y mejores vistas aún.

La vía es noble y de buena roca, aunque en algunos tramos abundan las piedras sueltas. Para afrontarla, nos bastará con un juego variado de friends-fisureros, algunos cordinos largos para lacear bloques y montar reuniones y unas 7-8 cintas. Casco imprescindible y descensores también, ya que nos tocará hacer un corto rápel en el descenso. Los largos se hacen a tope de cuerda, e incluso hay un tramo en el que es mejor hacer un corto ensamble para que la cuerda nos llegue a la siguiente reunión.

Para acceder a la vía, debemos ir a Urriellu y seguir hacia Cabrones por la Corona del Raso y la Horcada Arenera (una hora) Aquí, abandonamos el camino y vamos bajo las paredes Oeste de las Torres Arenera, primero en llano y luego descendiendo un par de canales pedregosas bajo las mismas paredes, sin separarnos mucho de ellas.  Así, en 20 minutos más, llegamos al pie de vía, que promete buenas sensaciones en este apartado rincón.

No tenemos mucha pérdida, ya que el trazado es evidente. Comenzamos a trepar por el filo, buscando los tramos de mejor roca (es más fácil por la izquierda, pero hay mucha piedra suelta). Vamos superando pasos de III y III+, evitando complicarnos mucho la trepada, hasta llegar a un pequeño hombro casi a tope de cuerda (60 metros), donde montamos reunión (limpia). Arriba, tenemos un pequeño muro más vertical, donde debemos superar unos cortos pasos de IV+ con cuidado (algo de piedra suelta) y luego vuelve a tumbar. Finalmente, el espolón coge otra vez algo de inclinación (fácil, IV-) para morir en el amplio hombro característico. LA roca a la entrada de este hombro es la peor de toda la vía, así que lo mejor es ir a la izquierda por unos canalizos marcados y luego girar a la derecha para montar relevo donde mejor veamos, a tope de cuerda (60 metros)
La tercera tirada es larga, así que lo mejor es acerca el relevo al pie del diedro-canal que tenemos que superar, unos 8-10 metros, para llegar cómodamente a la siguiente reunión. Superamos el diedro-canal por su parte izquierda, con pasos de IV- y III, y posteriormente caminando hasta llegar a una pequeña terraza bajo la pirámide somital. Con una cinta larga, muy larga, laceamos un bloque al pie y montamos reunión (otros 60 metros)

La última tirada esquiva la pirámide final por una vira a la derecha, al principio ancha y horizontal. Se va estrechando y enderezando (III) hasta ser estrecha y realmente aérea, colgando sobre el vacío. En un punto se termina, y debemos salir al vacío en un paso aéreo y técnico (V-) que protegemos con un friendo en las fisuras inferiores. Tras un pequeño descanso, encontramos un solitario clavo que protege otro paso corto de chimenea (IV+) y nos saca a la arista cimera (III), donde montamos una última reunión (50 metros, limpia como todas las anteriores). En una corta trepada (II) salimos a cima.

Para bajar, tenemos dos opciones. Las guías marcan el descenso por la canal Oeste. Para ello, debemos decender a la collada entre la cima y la última Torre Arenera. Un cuidadoso destrepe (III) nos deja en una canal pedregosa que descendemos hasta su corte cerca del suelo, donde un solitario parabolt nos facilita un rápel a pie de vía.

La opción de descenso que nosotros recomendamos implica subir las mochilas y bajar por el otro lado, la vía Normal del Neverón. Para ello, bajamos desde la cima por la arista al Este hasta un cortado, donde bajamos en diagonal a la derecha. Buscamos a mitad de pared una pedregosa canal (II y II+) que destrepamos (II, ojo con la piedra). El tramo más expuesto ofrece un corto rápel, tras lo cual seguimos el descenso hasta una canal que baja a la izquierda unos metros. Seguimos por ella y posteriormente torcemos a la derecha para llegar así al pie de vía, en las proximidades de la Horcada Arenera. Aquí podéis echar un vistazo a la vía Normal del pico

Suerte en esta escalada y disfrutad de la vía, el entorno y, si hay suerte, de la tranquilidad de la zona. Un saludo del Maquis