Mesa-Espolon Tabuyo

Una de las grandes clásicas de Ubiña y, por extensión, de la Cordillera Cantábrica. La vía se abrió en Agosto de 1972 en recuerdo a Santiago Tabuyo, fallecido compañero de los aperturistas (Marquínez, Campo y Agüero). La vía es de dificultad moderada, concentrada en el espectacular segundo largo, y un corto paso acerable en el largo final. Esta escalada viene muy bien reflejada en la guía de M.A. Adrados "Escaladas Selectas en la Cordillera Cantábrica" (Adrados Ediciones). En esta guía su autor traza cinco largos. Nuestra escalada la hicimos en cuatro, teniendo en cuenta que la tercera y cuarta tiradas las hicimos apurando cuerda (60 metros requeridos). Con menor longitud de cuerda, es más recomendable tomar como referencia la guía mencionada.

La aproximación a pie de vía es rápida desde La Vallota. En la mayá a los pies de la cara Sur de La Mesa, subimos en quince minutos a la pequeña collada casi escondida al Oeste de la pared (no confundirnos con la amplia collada entre la Mesa y La Almagrera). Tras pasar la collada, descendemos unas decenas de metros para acercarnos a la collada a pie de vía (20 minutos desde el coche). Si dejamos el coche en el Puerto de La Cubilla, sin seguir por la pista hasta la mayá, debemos contar con una hora más de marcha. Como material, además de cuerdas de 60 metros y casco, es necesario contar con al menos una docena de cintas, algunos friends y fisureros. La vetusta primera reunión hace recomendable su refuerzo, y las dos últimas deberán montarse por la cordada (buenos emplazamientos). Se baja por la otra cara de la montaña, por lo que habrá que subir botas o zapatillas.

La vía no tiene pérdida, limitándonos a seguir el filo del espolón hasta su final. El primer largo consta de una travesía a la izquierda algo incómoda en su inicio (IV+), hasta coger una corta chimenea ascendente a la R1 (a restaurar). La siguiente tirada consta de un paso inicial de dificultad (V+) sobre placa, protegido por un buril que se mueve. Tras este paso, cogemos a la derecha un largo canalizo (V peleón) que nos remonta unos veinte metros (abundantes clavos, algunos poco fiables, en este tramo, puede protegerse bien) hasta una chimenea de 10 metros (V y IV+) que nos deja en la R2 (espits en buen estado y clavos viejos)

La tercera tirada sale por el lado izquierdo de la arista unos metros, hasta remontar un paso de placa de IV (clavo). Por el lado derecho, seguimos subiendo (III) hasta encontrar el hombro, a casi 60 metros del inicio. En algún gendarme y/o fisura, podemos montar un reunión cómoda. El siguiente largo parte superando varias placas y resaltes cortos (III+ y IV) hasta llegar al último resalte, un corto desplome de V+ que se puede resolver en A0 (buriles y espit en este paso). Al poco de superarlo, podemos montar ya la última reunión en puente de roca o aprovechando alguna fisura.

Para llegar a cima, debemos superar un corto paso de II y seguir caminando ya sin riesgo alguno. A los pocos metros, veremos la última reunión equipada del espolón (innecesaria en esta secuencia de largos). La cima se encuentra a unos 60 metros del fin de via. Para el descenso, seguimos por la amplia cima unos pocos metros y bajamos en un fácil destrepe por la vertiente Sur, siguiendo los abundantes jitos y un marcado camino de vuelta a la mayá en 20 minutos.