Argaos

Al inicio de lo más escabroso del Cornión, cerrando la Llampa Cimera por el este y colgando sobre Vegarredonda, los Argaos forman una serie de afiladas cimas cuyo recorrido es uno de los más clásicos de los Picos de Europa. La cresta de los Argaos, de recorrido Norte-Sur, es una escalada sencilla que nos deparará grandes sensaciones; ideal como actividad de inicio a las crestas de Picos o para jornadas rápidas de trepada a las puertas del cielo...

Como material orientativo, nos pueden servir algunos fisureros y cintas para los tramos más difíciles o aéreos, una cuerda de 60 metros y algún cordino para rápeles o puentes de roca. Casco, por supuesto, y si lo vemos necesario pies de gato para el primero de cordada, aunque tampoco es imprescindible ya que ningún paso de la cresta llega al IV grado. En la primera parte de la actividad, hasta la quinta cima, podemos escapar al Este fácilmente en todas las horcadas entre las cimas. En la parte más aérea, con algún paso delicado y verdaderamente espectacular, ya no hay escapatoria posible salvo salir al final de cresta, motivo que nos debe hacer pensar antes de llegar allá si el tiempo o las condiciones no acompañan.

El acceso se hace a través de la Canal de Vegarredonda y la Llampa Cimera, aquí doblamos a la izquierda en ruta al Jou Santu. Al poco, llegamos al collado de La Fragua, donde se yergue la primera cima (casi una hora desde Vegarredonda y unas dos desde Pandecarmen) Hay varias opciones de acceso a esta cumbre, desde una escalada directa por La Fragua (IV-) a una trepada por viras herbosas por la vertiente Oeste (II y III). Sin embargo, si seguimos el camino rumbo Este y casi inmediatamente lo abandonamos, subiremos por una pendiente pedregosa que nos deja en una collada entre las dos primeras cimas de la cresta. Hacia el Norte, en poco minutos llegamos al 1º Argao. Luego volvemos sobre nuestros pasos y accedemos a la Torre de Lueje, característica con su doble buzón.

Hasta aquí, las dificultades brillan por su ausencia. Desde la Torre de Lueje hacia el Sur la cresta comienza a afilarse, aunque aún es de fácil recorrido. Llegamos en pocos minutos al Segundo Argao, e iniciamos un breve destrepe hacia el collado para encara la tercera cima. Frente a nos, un gran pilar adosado promete una trepada entretenida, pero por detrás de él y a su izquierda, una pedregosa canal (vertiente Este, Las Barrastrosas) nos permite esquivarlo fácilmente (roca mediocre pero fácil II grado) Seguimos subiendo, ahora por hierba, y coronamos la tercera cima. Ahora comienza el momento de la verdad, ya que nos espera un tramo aéreo, con algo más de nervio y delicado por la irregular calidad de la roca....

Salimos por la cresta, orientados a la vertiente Este y rápidamente cambiamos por una brecha al Oeste (Llampa Cimera) para destrepar y luego trepar sobre el abismo (espectacular y delicado pero no difícil, II grado) Otra vez sobre la cresta, nos encontramos una llambria descendente sobre Las Barrastrosas. Hay algunos cordinos en su parte superior, aunque tenemos que cruzarla por la mitad, diagonalmente hacia abajo (III-) hasta su final, donde un fácil destrepe nos deja en la horcada al pie de la cuarta cima. Aquí, trepamos hacia la derecha a un pequeño hombro (II), donde está el primero de los pasos claves de la vía: Una llambria fisurada, fácilmente protegible con friends, que remontamos con cuidado (vertiginoso el abismo a nuestros pies, III+) hasta llegar a una reunión con dos espits donde aseguramos (con la cuerda de 60 en doble se llega muy justo a este punto) Estamos bajo la cuarta cima, a la que llegamos con facilidad. Desde aquí, un cuidadoso destrepe (algún paso aéreo de hasta III-) o un rápel de 30 metros (cordinos en un bloque cimero) nos deja cerca de una nueva horcada, bajo el Quinto Argao. La trepada de éste es sencilla, por terrazas herbosas, arrancando hacia la derecha (Llampa Cimera) y subiendo por donde más fácil nos parezca.

Desde la quinta cima, nos toca destrepar otra vez (algún paso aislado de II-) A partir de aquí no hay escapes, y nos espera la parte más afilada de la cresta, no apta para quienes sufran vértigo. Lo que hemos pasado hasta aquí nos parecerá poco espectacular comparado con alguno de los pasos que nos espera. Antes de llegar a este punto, aún trepamos y destrepamos un para de pequeñas cimas secundarias antes de llegar a un gran pilar, que amenaza dificultad. Sin embargo, lo evitaremos por su derecha (vertiente de La Llampa Cimera), una trepada, primero por ladera herbosa y luego por la roca (II+) Ahora seguimos sin pérdida alguna por el filo del cuchillo, de forma espectacular. Hay pasos de II- casi continuos, y en la parte media algún corto resalte que superar (II+) Hay un par de puntos donde la cresta se ensancha brevemente, lo que nos permite relajar. En su parte final, la cresta va girando a la derecha, y tras destrepar una pseudocima (II), encaramos ya definitivamente hacia el Oeste, para enfrentarnos al fin de vía y el último paso de la misma, un breve muro de III+ que nos deja cerca del Mosquil de Cebolleda.

Desde el final de vía, andando tranquilamente, nos acercamos al Mosquil y seguimos el descenso hacia el Oeste, hacia el collado de Les Merines. Aquí tomamos el camino que nos deja de vuelta en la Llampa Cimera y vegarredonda, en cerca de hora y media de descenso.

Como último comentario, hay agua en Vegarredonda, tanto en el refugio viejo como en el nuevo. Ser prudentes, como siempre cuando se sale a la alta montaña, y no os confiéis por la baja dificultad de la vía. Un saludo del Maquis. Suerte y a pasarlo bien.