neveron

Una de las invernales clásicas del sector de Vega Urriellu, muy cambiante según las condiciones, en un entorno inigualable y con un descenso no exento de emociones. Es obra de los murcianos que todos los años, en la década de los 70, acosaban al Urriellu todos los inviernos y firmaron algunas de las líneas más cláscias del Picu. Además, nos dejaron otras primeras en nieve y hielo dignas de visitar, como en Marzo de 1974 al Corredor Noreste del Neverón, enfrentado al Urriellu y cerrando la Vega por el Suroeste.

Como comentaba más arriba, las condiciones de la ruta son muy cambiantes. Si la parte superior está muy soleada y transforma rápidamente, la inferior apenas ve insolación en el invierno, por lo que suele estar menos favorable. Es en esta parte, y en la habitual cornisa de salida (a veces peligrosa, otras fácil, pero casi siempre presente) donde están los mayores problemas de la vía. Para afrontarla con seguridad debemos llevar piolets técnicos, cuerda doble preferiblemente y una selección de material variado: Un par de tornillos, tres o cuatro clavos, estacas o anclas y algunos fisureros. Arriba podemos contar con un corto rápel para iniciar el descenso (no obligatorio), así que es conveniente meter descensores (no sea que nos toque rapelar la vía, también)

La aproximación, si queremos hacerla en el día, es muy larga, ya que debemos esperar a que el camino a la Vega Urriellu esté en condiciones (alto riesgo de aludes o travesía peligrosa en el Collado Vallejo, e igualmente peligroso por los Horcados Rojos) a la par que el corredor. Además, los últimos años el refugio está cerrado hasta marzo, que por otra parte es un mes que suele ofrecer condiciones de nieve siempre que una nevadona no nos amargue la aproximación. Descontando las horas que nos lleve llegar a la Vega Urriellu, desde ahí debemos tirar rumbo Oeste por el camino de verano a la Corona del Raso. Antes de las últimas rampas, giramos Sur para ir aupándonos al circo que se encuentra al pie de la cara Noreste y el inicio de nuestro corredor (una hora desde el refugio)

La ruta parte de la mitad del cono de deyección del corredor. Los primeros metros no tienen gran historia, unos 40º, hasta encontrarnos si no hay mucha nieve con un zócalo rocoso que pone una nota de pendiente, hielo o más normalmente mixto peleón y no muy protegible. Si superamos este tramo, el resto es una fuerte pendiente de 50-55º que nos deja, en un par de largos, al pie del tajo característico que forma el corredor y que divide la doble cima del Neverón. Esta parte es de compleja protección, y las reuniones las montaremos en roca si hay suerte o usando anclas o estacas, ya que es difícil pillar hielo.

El corredor se encajona y gira a la derecha, al principio con pendiente homogénea de unos 50-55º y luego algo más suave (45-50º) durante unos 180-200 metros. Si hay suerte podemos ir desencordados. Si necesitamos hacer relevos, podemos usar las paredes de los laterales. La última tirada vuelve a coger pendiente (hasta 55º en los pasos finales) para llegar a la cornisa de salida, muy cambiante y que en ocasiones es peleona e incluso peligrosa. Una vez fuera, a la izquierda si no está tapada, hay una reunión de espit y clavo donde podemos asegurar a los compañeros.

Si queremos llegar a cima, nos espera un corto tramo de trepada y unos pasos de arista hasta llegar al punto más alto (posibles pasos de II+, uno o dos largos de cuerda que podrían exigir rápel para bajar). Si queremos bajar directamente sin cumbre, debemos destrepar o rapelar hacia el Sur (hacia La Párdida) desde la reunión de la horcada y posteriormente bajar por fuerte pendiente a buscar al Noroeste la Horcada Arenera. La opción menos delicada es bajar al fondo de la ladera y caminar luego al Noroeste por el fondo de los jous, bajo el Neverón, para remontar a la horcada. Desde ésta, seguimos en ligero descenso a buscar la cresta que nos separa de la Vega de Urriellu. El paso de verano por la Corona del Raso no es recomendable salvo que las condiciones sean muy favorables (destrepe expuesto y flanqueo descendente más aun) Si no lo tenemos muy claro, debemos remontar hacia el paso entre el Diente de Urriellu y el propio Neverón, llamado Brecha de los Cazadores, donde nos espera un descenso menos expuesto. En algo más de hora y media ya deberíamos estar en las cercanías del refugio, y de ahí para abajo o quedarnos por la zona para otras actividades.

Suerte con esta clásica, no muy difícil pero a la que hay que cogerle el punto y las buenas condiciones. Un saludo del maquis.